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Correspondencia entre Giorgio Agamben y Furio Jesi. Nota introductoria de Andrea Cavalletti

La siguiente correspondencia entre Giorgio Agamben y Furio Jesi se publicó con la siguiente nota introductoria de Andrea Cavalletti en el dossier «Furio Jesi. Mitopolitica», editado por Emanuele E. Pelilli y James R. Martel, en Pólemos. Materiali di filosofia e critica sociale, núm. 1, marzo de 2022, año II, pp. 341-364.

 

Nota introductoria de Andrea Cavalletti

 

En el segundo grupo de inéditos, presentamos algunas cartas que Giorgio Agamben y Furio Jesi intercambiaron entre principios de noviembre de 1972 y principios de julio de 1974. Fue Agamben, tras leer Letteratura e mito (Turín, Einaudi, 1968) por consejo de Italo Calvino, el primero en escribir a su coetáneo turinés, que por su parte había apreciado mucho El hombre sin contenido (Milán, Rizzoli, 1970). Jesi, que desde hacía algunos años vivía con su familia en el lago de Orta, publicaba entonces Mitologie intorno all’Illuminismo (Edizioni di Comunità, Milán, 1972) y se enfrentaba a una «serie de compromisos abrumadores», entre ellos la edición (nunca terminada) del Mutterrecht de Bachofen. Agamben escribe desde París, luego Londres y finalmente Roma; acaba de inaugurar la larga investigación que dará lugar a Estancias. La palabra y el fantasma en la cultura occidental (Turín, Einaudi, 1977), estudia a los trovadores pero también a los místicos, y está a punto de dedicarse a la edición italiana de los Poemas de Juan de la Cruz (Turín, Einaudi, 1974). Ambos estudiosos han publicado recientemente un escrito propio en el número de la revista I problemi di Ulisse dedicado al tema «Poesía y no poesía» (vol. XI, fasc. LXXI, febrero de 1972): «El dandi y el fetiche. Contribución al estudio de los orígenes de la poesía moderna», que debía incluirse en Estancias, en el capítulo «En el mundo de Odradek. La obra de arte frente a la mercancía»; y «Il mito “padrone di sempre”», un texto aún poco conocido sobre los «vanos rituales» con los que la poesía italiana (de Leopardi a D’Annunzio, de Pascoli a Montale) intentó «recurrir al mito como soporte de la cultura burguesa».
Tras recibir de Agamben, en febrero de 1972, un ejemplar enmendado de «El dandi y el fetiche», Jesi le envió la «Lettura del “Bateau ivre” di Rimbaud» (publicado en Comunità, núm. 168, diciembre de 1972). Agamben respondería el 6 de abril de 1973 adjuntando su «Sobre los límites de la violencia» (escrito en 1968 pero publicado en Nuovi argomenti, núm. 17, 1970), un ensayo que además de «algunas alusiones al mito» (23 de noviembre de 1972) «contiene algunas consideraciones sobre la revolución y el tiempo que me parecen cercanas a las tuyas» (6 de abril de 1973): la definición, aquí inspirada en Benjamin, de la violencia revolucionaria según el modelo de la violencia sagrada, es decir, como violencia que no se propone afirmar un derecho sino romper la continuidad temporal, es de hecho muy similar a la de la revuelta como «suspensión del tiempo histórico» ofrecida en el ensayo de Jesi sobre Rimbaud. El 25 de febrero de 1974, cuando en cambio había recibido y estaba leyendo Mito (Milán, Isedi, 1973), Agamben volvió a escribir: «Te envío este Juan de la Cruz, en cuyo prefacio encontrarás algunas huellas de la lectura de tu Letteratura e mito». El prefacio «La “notte oscura” di Juan de la Cruz» contiene, en efecto, una referencia explícita al ensayo jesiano de 1966 Simbolo e silenzio (recogido más tarde en Letteratura e mito). Los «tropos poéticos en los que san Juan intenta fijar las estaciones de la noche oscura», señala aquí Agamben, no son «cifras de una ciencia secreta» sino, retomando la definición de Bachofen tan querida por Jesi, «“símbolos que descansan en sí mismos”, saturados y llenos de nada, y no remiten a ninguna verdad oculta».1
Jesi recibió el ensayo «Sobre los límites de la violencia» mientras trabajaba en La vera terra. Antologia di storici e altri prosatori greci sul mito e la storia (Paravia, Turín, 1974) y así tuvo ocasión de citar inmediatamente un pasaje del mismo —sobre la primacía, en la polis griega, de la palabra y la persuasión— en el capítulo «Greci e “barbari”»; más tarde escribió «Károly Kerényi. Il “mito dell’uomo”» (1976, publicado luego en Materiali mitologici, Turín, Einaudi, 1979), retomó la definición de Kerényi como protagonista de la «ciencia sin nombre» del ensayo de Agamben «Aby Warburg y la “ciencia sin nombre”» (en Prospettive Settanta, julio-septiembre de 1975; hoy en G. Agamben, La potencia del pensamiento. Ensayos y conferencias, Neri Pozza, Vicenza 2005), del que, cabe imaginar, probablemente recibió el extracto del autor.
A pesar de las mejores intenciones y de los contactos cultivados a lo largo de los años,2 Agamben y Jesi nunca se conocieron personalmente, y la carta de Jesi del 7 de julio de 1974, conservada como las demás entre los papeles de su legado, es la última de la que disponemos actualmente.
Desde 1996, Agamben ha publicado «El talismán de Furio Jesi» (como prefacio a la primera reedición de la Lettura del «Bateau ivre» di Rimbaud, Quodlibet, Macerata), el importante ensayo «Sobre la imposibilidad de decir yo. Paradigmas epistemológicos y paradigmas poéticos de Furio Jesi» (en Cultura tedesca, núm. 12, 1999, recogido posteriormente en La potencia del pensamiento, op. cit.), y luego se refirió en diversos lugares de sus propias obras a los trabajos de Jesi. Recordamos aquí al menos dos de ellos: el pasaje sobre los «momentos revolucionarios según Jesi» en El uso de los cuerpos (Vicenza, Neri Pozza, 2014), donde la proximidad señalada en 1973 entre revolución (Agamben) como interrupción del continuum y revuelta (Jesi) como suspensión del tiempo parece no sólo adquirida sino empujada —de nuevo, evidentemente, en el signo de Benjamin— hasta la coincidencia o la sinonimia; por último, en El Reino y la Gloria (Vicenza, Neri Pozza, 2009), la referencia a la lectura de los «lugares comunes» en Rilke, es decir, a la «definición jesiana de las Elegías como poesía que no tiene nada que decir»: treinta y cinco años más tarde, los tropos «llenos de nada» del místico español resuenan aquí, al igual que la noción de «símbolo que descansa en sí mismo» resuena en la noción jesiana de «lugar común».

 

Las cartas se conservan entre los papeles de Jesi: cinco manuscritos, en el caso de Agamben, y dos mecanografiados en copia sobre papel de seda.
Agradecemos a Giorgio Agamben, Sofia y Stefano Jesi su amabilidad al permitirnos publicar esta correspondencia.

 


 

1 G. Agamben, «La “notte oscura” di Juan de la Cruz», en Juan de la Cruz, Poesie, introducción y traducción de G. Agamben, Turín, Einaudi, 1974, pp. VI-VII.
2 En noviembre de 1978, Jesi envió a Agamben uno de los ejemplares con dedicatoria de Il linguaggio delle pietre, Milán, Rizzoli, 1978.

 


 

Correspondencia entre Giorgio Agamben y Furio Jesi

 

París, 2 de noviembre de 1972

 

Estimado señor Jesi,
¿Puedo decirle que mi encuentro, por consejo de Italo Calvino, con su libro Letteratura e mito1 ha sido para mí una de las experiencias de lectura más enriquecedoras de los últimos meses?
Si por casualidad se encuentra aquí, en París, sería para mí realmente un gran placer conocerlo. Mi dirección es 16, rue Jacob — París VI°, y mi teléfono 6337916.
Le agradezco y espero tener pronto el placer de leer algo más suyo.

 

Giorgio Agamben

 


 

1 Furio Jesi, Letteratura e mito, Turín, Einaudi, 1968.

 


 

28010 — Ameno, 8 de noviembre de 1972
Aldea de Lortallo

 

Estimado Agamben,
En vista de que sólo soy dos años mayor, permite que te sugiera el tú, que me parece más cortés. Muchas gracias por tu carta, y confieso que no me ha llegado de forma totalmente inesperada. Había leído en su momento tu Hombre sin contenido,1 no conocía tu dirección, y mi asombro seguía siendo muy reciente por nuestro no-encuentro. Quien se ocupa de estas cosas y de este modo ha prometido implícitamente encontrarse con «ses homologues», como se dice en tus rumbos. Y mi maestro Kerényi siempre insistió en la máxima: «Lo que se ha prometido, se cumplirá».
Es muy improbable que vaya alguna vez a París: me quedo aquí, en el lago de Orta, con un torbellino de trabajo, con cierta misantropía y con todas las consecuencias biopsíquicas de trabajar a un ritmo acelerado. Me dices que te gustaría leer algo mío; he publicado bastantes cosas últimamente: aparte de Germania segreta. Miti nella cultura tedesca del ‘900 (Milán, Silva), que data de 1967,2 he publicado dos monografías sobre Rilke y Thomas Mann (colección «Il Castoro», Nuova Italia),3 un voluminoso Kierkegaard (Fossano, Edizioni Esperienze);4 un minúsculo Che cosa ha veramente detto Rousseau (Roma, Ubaldini); y, dentro de unos días, una Mitologie intorno all’Illuminismo (Milán, Comunità), que te enviaré. Un Brecht mío se publicará en enero en la colección «Il Castoro» de la Nuova Italia. Mientras tanto, me entretendré con los dos compromisos de Einaudi: un «tractatus», Introduzione alla scienza del mito, y la edición italiana, crítica, anotada, etc., del Mutterrecht de Bachofen.5
Que diable allait-il faire dans cette galère? La respuesta es siempre la misma, thomasmanniana, Vergleiche dich! Erkenne was du bist!,6 con un añadido: hoy aquí, mañana no.7
¿No te tienta un itinerario por el lago de Orta, tal vez siguiendo los pasos de Nietzsche y su «mal de Orta»? Estaremos encantados, mi esposa y yo, de recibirte aquí y conversar un poco. Siempre estamos aquí, todo el año.
Con muchos saludos amistosos,
Furio Jesi

 


 

1 Giorgio Agamben, L’uomo senza contenuto, Milán, Rizzoli, 1970 (nueva ed. Macerata, Quodlibet, 1994).
2 Nueva edición: Furio Jesi, Germania segreta. Miti nella cultura tedesca del ‘900, con un apéndice de textos inéditos, editado por Andrea Cavalletti, Milán, nottetempo, 2018.
3 Respectivamente: Florencia, 1971; Florencia, 1972.
4 Una nueva edición fue publicada en Turín, Bollati Boringhieri, 2002.
5 El proyecto del «tractatus», al que Jesi se refiere a partir de la correspondencia de 1969, no tuvo continuidad. La traducción del Mutterecht quedó inconclusa y fue completada por Giulio Schiavoni en Johann Jakob Bachofen, Il matriarcato. Ricerca sulla ginecocrazia del mondo antico nei suoi aspetti religiosi e giuridici, editado por Giulio Schiavoni, Turín, Einaudi, 1988. Un largo ensayo introductorio escrito por Jesi en 1973 se publicó, junto con las partes del Comentario conservadas entre los papeles de Jesi, en Furio Jesi, Bachofen, editado por Andrea Cavalletti, Turín, Bollati Boringhieri, 2005.
6 Jesi responde a la pregunta de Geronte a Scapino (Molière, Le Fourberie de Scapin, II, 7) con el verso de Goethe (Torquato Tasso, 3420) elegido por Mann como exergo de Consideraciones de un apolítico.
7 Sólo cuatro días antes, Jesi se había expresado en términos similares a Italo Lana, ofreciendo una nueva aclaración sobre el volumen de su obra: «[…] Es quizás demasiado; y mi esposa, al leer su carta, alabó su advertencia. — No se trata, sin embargo, de puro afán. Por una parte, y puede que sea una cuestión de fisionomía psicológica o de edad, hay por mi parte un sentimiento de necesidad de hacer (tanto más en los tiempos que corren), por no decir un miedo a no poder hacerlo todo: hoy estamos aquí, mañana no. — En segundo lugar, como trabajo como freelance, sin sueldo alguno, me veo obligado a aplicar cada día el antiguo principio de “quien no trabaja no come”» (un extracto más amplio de la carta puede leerse en Andrea Cavalletti, «Prefazione» a Furio Jesi, Spartakus. Simbologia della rivolta (1969 pero póstumo, 2000), edición nueva, ampliada y actualizada a cargo de Andrea Cavalletti, Turín, Bollati Boringhieri, 2022, p. XI).

 


 

París, 23-11-1972

 

Estimado Jesi,
Gracias por tu carta y por las noticias que me das sobre tus libros. Me parece que has trabajado monstruosamente en los últimos años, y yo (que pertenezco a esa categoría de personas intermedia entre trabajadores y holgazanes que Kraus llamaba «los que no tienen tiempo para trabajar») no puedo menos que sentir admiración. Sin embargo, también estoy trabajando en algo, pero se me está yendo de las manos y resbalando en todas direcciones. Y con razón, porque si tuviera que indicar el tema, tendría que decir que mi investigación se está moviendo en la dirección que Musil quizás tenía en mente cuando dijo que deberíamos empezar a «intentar tomar posesión de la irrealidad».
Comprenderás que un discurso de este tipo no puede pretender «poseer» su objeto.
Al mismo tiempo, estoy inmerso en la lectura de los trobadors provenzales, cuya poesía es uno de esos jardines embrujados de los que, una vez que entras, ya no puedes salir (de hecho, a este respecto, estoy explorando las posibles fuentes heréticas y gnósticas de su ritual erótico, y quién sabe, tal vez tu experiencia como mitólogo pueda venir en mi ayuda aquí).
Lamento que no tengas previsto venir a París. Cuando vaya a Italia, quizás en primavera o verano, estaré encantado de visitarlos en el lago de Orta. Al fin y al cabo, yo también estoy pensando (al volver a Italia, quizás el año que viene) en instalarme en el campo. Pero, por diversas razones, creo que el centro de Italia me resulta más agradable, sobre todo el alto Lacio, en la provincia etrusca de Viterbo, entre Norchia y Bomarzo.
Mientras tanto, te deseo una fructífera descendencia entre las Madres bachofenianas y te envío a ti y a tu esposa mis saludos más cordiales,
Giorgio Agamben

 

Acabo de ver (siempre tengo tendencia a no leer las revistas en las que escribo) que escribiste un breve artículo en el número de Ulisse dedicado a la poesía, en el que también había algo mío.1 Como hubo varias erratas graves, te enviaré un extracto de mi ensayo, que tantas veces no vieron. Y, tal vez, un viejo ensayo (de 1968) sobre la violencia, en el que había algunas alusiones al mito.2 Desde entonces, me he ido acercando cada vez más a los problemas del mito, aunque sin atreverme ni remotamente a aspirar al título de «mitólogo» (al fin y al cabo, creo que el nombre órfico de θεολόγος me resultaría más conveniente).

 


 

1 Furio Jesi, «Il mito “padrone di sempre”», en I problemi di Ulisse, núm. XI, fasc. LXXI, febrero de 1972, pp. 149-156; Giorgio Agamben, «Il dandy e il feticcio», en ibid., pp. 9-23, retomado y ampliado posteriormente en id., Stanze. La parola e il fantasma nella cultura occidentale (1977), nueva edición ampliada, Turín, Einaudi, 1993, pp. 39-70.
2 Giorgio Agamben, «Sui limiti della violenza», en Nuovi argomenti, núm. 17, 1970, pp. 154-173.

 


 

París, 6 de abril de 1973

 

Estimado Jesi,
He recibido tu ensayo sobre Rimbaud,1 que he leído con el placer poco común que siempre me produce tu trabajo y que me parece contener algunas intuiciones importantes para leer a Rimbaud desde una nueva perspectiva. Si has visto mi ensayo en Ulisse («El dandi y el fetiche») comprenderás que tu lectura del Bateau ivre no puede sino resultarme simpática, y que los paralelismos con la mercancía me parecen muy oportunos.
¿Ha salido el libro que me anunciaste? Estoy trabajando en una especie de tratado sobre lo inasible, y es natural que avance muy lentamente. En junio, probablemente volveremos a Italia de forma más o menos definitiva y quién sabe si podríamos encontrarnos: me encantaría.
Te doy las gracias y hasta pronto,
Tuyo
Giorgio Agamben

 

Te envío un viejo ensayo sobre la violencia (es del 68) que contiene algunas consideraciones sobre la revolución y el tiempo que me parecen cercanas a las tuyas.2

 


 

1 Furio Jesi, «Lettura del “Bateau ivre” di Rimbaud», en Comunità, núm. 168, diciembre de 1972, pp. 358-373; ahora en Furio Jesi, Il tempo della festa, editado por Andrea Cavalletti, Roma, nottetempo, 2013, pp. 30-58.
2 Véase la carta anterior de Agamben a Jesi, 23 de noviembre de 1972, nota 2.

 


 

Londres, 25-II-1974

 

Estimado Jesi,
He recibido tu libro sobre el Mito y lo estoy leyendo con gran interés.1
Te envío este Juan de la Cruz, en cuyo prefacio encontrarás algunas huellas de la lectura de tu Letteratura e mito.2
Estaré en Italia a finales de marzo,
con amistad,
Giorgio Agamben

 


 

1 Furio Jesi, Mito, Milán, Isedi, 1973 (nueva edición en preparación en Macerata, Quodlibet).
2 Giorgio Agamben, «La “notte oscura” di Juan de la Cruz», en Juan de la Cruz, Poesie, introducción y traducción de Giorgio Agamben, Turín, Einaudi, 1974, pp. V-XIII.

 


 

Roma, 18-6-1974

 

Estimado Jesi,
Estoy de vuelta en Italia, donde me quedaré por un tiempo. Mi dirección es Vicolo della Palomba 7 00186 Roma (tel. 6547595). Me gustaría mucho que me dieras noticias de tu trabajo reciente y también me encantaría poder conocerte algún día.
La situación cultural aquí en Italia me ha causado una impresión tan triste que me gustaría mantener el contacto con las pocas personas de buena voluntad. A partir de la semana que viene estaré en Ponza de vacaciones durante un mes (c/o Mirella Romano, Ponza, Latina) y luego quizás en Lerici, donde tenemos una casa. Si no piensas venir al sur, tal vez podrías enviarme tu número de teléfono, que no tengo.

 

Con muchos saludos cordiales,
Giorgio Agamben

 


 

28010 — Ameno, 7 de julio de 1974
Aldea de Lortallo

 

Estimado Agamben,
Respondo tarde a tu carta, debido a las habituales vicisitudes postales. Por la misma razón (y también porque no sabía exactamente dónde encontrarte) aún no te he dado las gracias por tu s. Juan de la Cruz. Lo hago ahora, añadiendo que se trata de un autor que me fascina especialmente: no me atrevo a llamarlo uno de «mis» autores, aunque sólo sea porque mi español es demasiado modesto (de ahí que tu libro me haya gustado tanto más).
No me sorprende que te parezca triste la situación cultural en Italia: triste y necrosada, diría yo también, sin referirme sólo a los casos más escuálidos (tenía hoy en la mano una página de la Stampa, del 5 de julio, en la que un «historiador», Galasso, discute seriamente si hay que dar o no crédito a Montanelli y Natalia Ginzburg cuando el uno declara a Piovene «el más grande ensayista del siglo» en Italia y fuera de ella, y la otra reconoce en el libro de Morante «la más grande novela del siglo», también en Italia y fuera de ella). En cuanto a mi propio trabajo: ya había enumerado una serie de compromisos abrumadores que se ciernen sobre mí, en torno al infame Bachofen que toca a su fin.  Ya ha salido un pequeño Pascal (Ubaldini),1 una antología griega (para la escuela, pero con prefacio de Dumézil)2 que aún te había hecho llegar a París, y un ensayo sobre Kerényi (que recibirás).3 La edición traducida, introducida y anotada del Malte de Rilke será publicada pronto por Garzanti;4 y estoy preparando un ensayo sobre el Malte.5 Después hice un ensayo sobre Canetti para el número único de Nuovi argomenti que se le dedicará,6 y un ensayo sobre ciertos mitos de la «matanza nocturna» para el Journal of Indo-European Studies.7 Al igual que el Malte, estoy preparando ahora los Buddenbrooks para Garzanti.8 Etc. etc.
Nos quedaremos aquí todo el verano, y si quieres acercarte hasta el lago de Orta, serás bienvenido. No tengo teléfono, así que el único mensaje rápido puede ser un telegrama.

 

Con muchos saludos cordiales,
[Furio Jesi]

 


 

1 Furio Jesi, Che cosa ha veramente detto Pascal, Roma, Astrolabio-Ubaldini, 1974.
2 Furio Jesi (ed.), La vera terra. Antologia di storici e altri prosatori greci sul mito e la storia, con un ensayo de Georges Dumézil, para uso de la primera clase del Liceo Classico, Turín, Paravia, 1974.
3 Furio Jesi, «Károly Kerényi. I “pensieri segreti” del mitólogo», en Nuova corrente, núm. 65, 1974, pp. 271-315 (ahora en Materiali mitologici. Mito e antropologia nella cultura mitteleuropea (1979), nueva edición a cargo de Andrea Cavalletti, Turín, Einaudi, 2001, pp. 3-53).
4 Rainer Maria Rilke, I quaderni di Malte Laurids Brigge, editado por Furio Jesi, Milán, Garzanti, 1974.
5 Se trata del «Rilke romanziere: l’alchimista, lo spettro», en Comunità, núm. 173, septiembre-diciembre 1974, pp. 239-301 (recogido posteriormente en Furio Jesi, Esoterismo e linguaggio mitologico. Studi su Rainer Maria Rilke (1976), Macerata, Quodlibet, 2020, pp. 61-142).
6 Furio Jesi, «Composizione e antropologia in Elias Canetti», en Nuovi argomenti, núm. 40-42, julio-diciembre 1974, pp. 332-54 (luego en id., Materiali mitologici, op. cit., pp. 309-332).
7 Furio Jesi, «Notte mitica e notte di un mito. Reflections on the Pseudo-Eurypid Rhesos», en id., Materiali mitologici, op. cit., pp. 141-57; «Mythical Night and Night of a Myth. Reflections on the Pseudo-Euripidean Rhesos», en Essays in Memory of Karl Kerényi, editado por E. C. Polomé, Journal of Indo-European Studies, Monograph Series, 4, 1984, pp. 75-90.
8 La traducción sólo apareció póstumamente, completada por Silvana Speciale Scalia: Th. Mann, I Bruddenbrook, prefacio de C. Magris, introducción de A. Giubertoni, traducido por Furio Jesi y Silvana Speciale Scalia, Milán, Garzanti, 1983.

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