Intervención de Giorgio Agamben publicada el 25 de enero de 2021 en su columna Una voce. Se trata de un comentario a la adopción del gobierno italiano, desde el 11 de enero de 2021, de la decisión del Ministerio de Sanidad de Italia de volver a utilizar un sistema de restricciones diferenciado por regiones y colores (blanco, amarillo, naranja o rojo) en función de los casos semanales identificados de covid-19. Agamben hace referencia al hecho de que el umbral para que una zona deje de ser considerada blanca es de 50 casos semanales por cada 100 000 habitantes.
El criterio establecido por el gobierno para determinar el color de nuestras vidas es de 50 casos por cada 100 000 por semana. Desde el punto de vista estadístico, se trata de una tasa de riesgo extremadamente baja, que equivale a 0.5 por cada mil. ¿Cómo es posible que los hombres, por un riesgo que sigue siendo bajo incluso si se proyecta a lo largo de todo el año, acepten renunciar no sólo a su libertad, sino también a todo lo que hace la vida digna de ser vivida: al contacto con los otros seres humanos, a la mirada posada en sus rostros, a la memoria y a las fiestas celebradas alegremente juntos? Centinela, ¿de qué color es la noche?